El diablo de Jersey


Este ejemplar fue encontrado por el sr. McFly en los sótanos de una vieja casa derrumbada en las afueras de Saratoga, lejos de los lugares de avistamiento históricos. El animal estaba
aparentemente muerto con una gruesa capa de polvo cubriendo su cuerpo. Una vez examinado en el parque se hizo evidente que lo que realmente ocurría es que el espécimen vivía en un ritmo
temporal diferente...
Casi con toda seguridad pasó a traves de una zona de transferencia.
La apertura de 1735 en Pine Barrens, madre de toda una serie de leyendas en torno al animal, es
también la posible entrada de otros muchos críptidos que aún deambulan por allí. Al principio se pensó que era innecesario alimentar al diablo pero un evidente deterioro en el lapso de una década demostró que había periodos en los que su metabolismo se aceleraba coincidiendo con el paso de alguna fuerte tormenta solar. Este descubrimiento casual permitió estudiar el comportamiento a la vez que garantizar la supervivencia del ejemplar. Curiosamente su organismo solo parece tolerar las frutas con un alto contenido en azúcares tales como los plátanos, luego parece razonable creer que procede de una zona tropical del "otro lado".

Yeti

El ejemplar que vive en el criptozoo fue "capturado" por Overmars en 1941. Este pactó con el críptido cuando se hallaban a punto de ser capturados por un comando nazi en un valle del Himalaya.
Overmars siempre se negó a revelar la naturaleza de dicho pacto ni como pudo establecer comunicación con él, aunque en cierta ocasión cuando ya era muy anciano habló en su lecho de muerte de cierto monje budista con el que esperaba poder encontrarse recorriendo las montañas del Tíbet una vez abandonara esta existencia.

El yeti no tiene destinado un espacio físico para ser confinado en el criptozoo, ya que es imposible retenerlo en ningún lugar pues desaparece por medios desconocidos siempre que lo desea, a veces durante largos periodos de tiempo. No come, no duerme, ni se comunica con nadie con la excepción del caso de 1965, cuando apareció con un extraño elixir que pudo curar a uno de los cuidadores que había sido envenenado por un gusano Olghoï-Khorkhoï. Parece manifestar eso sí, un vivo interés cada vez que se trae un nuevo ejemplar para su preservación en el parque.