Satori (覚)

Shoji Jo me relató como en su primer encuentro con lo desconocido este amable espíritu del bosque le ayudó a encontrar el camino de vuelta cuando se perdió, siendo un niño, en los bosques de su Niigata natal, cambiando su vida para siempre.
Jo intentó encontrar a este hombre salvaje cuando ya siendo miembro del criptozoo, una compañía inmobiliaria intento crear un hotel de lujo para turistas en el mismo lugar del encuentro. Jo jamás volvió a dar con el ser, aunque asegura haber sentido su presencia en varias ocasiones, mientras luchaba codo con codo junto a los habitantes de la zona para evitar la destrucción del bosque. Niños y ancianos, mujeres y hombres adultos, jóvenes que en otro momento tendrían la cabeza ocupada en quizá alguna frivolidad, le confirmaron, mientras una sonrisa asomaba en su rostro, que el no había sido el único en ser ayudado por el satori.