Al tener conocimiento de la posible presencia del hombre salvaje conocido como basajaun en diversas mitologías del norte de la península ibérica en un valle aragonés, el criptozoo envió un operativo de emergencia para el rescate de dicho ente.
Mas al encontrar al mismo, el equipo pudo comprobar con estupor que solo se trataba de un señor bajito y de orejas puntiagudas, que se había perdido durante meses dando un paseo desde el domicilio de unos parientes en la localidad de Bílbilis.
— Me puse a andar y andar y se me fue el santo al cielo— alegó el fulano.
Ya que el equipo había hecho el viaje, le acercaron hasta su casa, qué menos.
Mas al encontrar al mismo, el equipo pudo comprobar con estupor que solo se trataba de un señor bajito y de orejas puntiagudas, que se había perdido durante meses dando un paseo desde el domicilio de unos parientes en la localidad de Bílbilis.
Ya que el equipo había hecho el viaje, le acercaron hasta su casa, qué menos.